domingo, 22 de febrero de 2009

Paternidad & Martirio

A través de la historia, llevarse los hijos de alguien ha sido siempre un extremadamente humillante acto de guerra. A través de la historia, los imperios han tomado los niños de los países invadidos, los han matado, vendido como esclavos, o simplemente los han removido de sus padres (una de las últimas versiones de lo último, ocurrió en Argentina durante la Guerra Sucia, durante la cual la Junta Militar solía “desaparecer” a los miembros de la oposición y darles sus hijos en adopción a familias pro-gobierno).

La lucha por la causa de la custodia compartida se parece a una guerra. Como una guerra, es la suma de muchas batallas, pequeñas y grandes, que sumarán al final victoria. Como una guerra, requiere un punto de vista estratégico para enfocar y organizar cada acción de manera que dichas acciones puedan alcanzar la victoria. Como una guerra, crea constantemente traumas en la gente que está involucrada, traumas que deben ser atendidos y curados, si es que tal cosa es posible.

Y como una guerra, tiene su porción de gente muerta. Esta no es una lucha sin sangre. La violencia que el actual estado de las leyes de familia genera es inmensa, y de muchas formas, incontrolable (y no estoy hablando ahora de los suicidios que resultan de estos procesos legales injustos e infinitos).

Separar a los padres de sus hijos es un indescriptible acto de violencia. Y como muchos han dicho antes de mí, la violencia engendra violencia.

El extremadamente largo, doloroso y humillante proceso al cual nuestras cortes de familia someten a los padres que luchan por la custodia de sus hijos, muchas veces explota en la peor forma posible. Permítanme dar dos ejemplos de la terrible violencia que el actual estado de las cosas genera.

Caroline M. Kotoski ha sido acusada en Cape Cod de pedirle a un oficial de policía encubierto que matara al esposo del cual se había separado. En septiembre 9 del 2004, ella se reunion con el agente encubierto que se hacía pasar por un sicario y le pagó $7,500 por matar William Kotoski y acordó de darle otros $7,500 una vez que su esposo estuviera muerto. La acusada fue motivada por su deseo de ganar la custodia de sus dos hijos y posiblemente heredar una gran suma de dinero (http://www.capecodtoday.com/blogs/index.php/2006/08/29/cape_teacher_of_the_year_on_tial_for_kil?blog=53).

Mazoltuv Borukhova, separada de su esposo el ortodoncista Daniel Malakov, fue acusada de asesinato y conspiración tres meses y medio después de que Malakov fue baleado en un parque de Queens en de su pequeña hija. Malakov y Borukhova habían estado involucrados en una agria disputa por la custodia de su hija Michelle después de que a Malakov le fuera concedida la custodia temporal. El hombre arrestado por la muerte es pariente político de Borukhova. (http://gothamist.com/2008/02/08/slain_dentists.php)

Vamos a detener esto. Vamos a tener leyes de familia claras que dejen las cosas claras desde el principio, que pongan a la custodia compartida como la primera opción, deteniendo así estas interminables discusiones que crean solo frustración, rabia, y violencia.

Vamos a detenerlo ahora. Nuestros hijos nos esperan.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

ARCHIVO DEL BLOG