sábado, 1 de agosto de 2009

Un paso adelante, un paso atrás: Canadá y Australia (2 de 2)

Durante la pasada década, le sistema de cortes de Australia, por medio del Acta de Ley de Familia de 2006, ha apoyado la custodia compartida como una manera importante de mantener la vida familiar después del divorcio. El Acta, que encuestas en Australia han demostrado tiene altos niveles de apoyo entre los australianos, presume que la custodia compartida es el arreglo que trabaja mejor para los niños y los padres, y la establece como la norma para los arreglos de custodia posteriores al divorcio.

Recientemente, un movimiento organizado, formado principalmente por burócratas del gobierno, extremistas feministas y la industria que vive de las leyes de familia, se ha opuesto a estos avances y está pidiendo cambios a las leyes de familia, cambios que en la práctica devolverían las leyes de familia australianas a las anteriores políticas anti-custodia compartida. Este movimiento argumenta que las actuales leyes de custodia compartida ponen a los niños en peligro, usando como ejemplo varios casos recientes en los cuales niños han sido asesinados durante el tiempo de visitación con sus padres.

Varios asuntos deben ser discutidos aquí. Primero, como ha sido trágicamente probado por recientes casos de horror, la violencia y el filicidio no son reino exclusivo de los padres. Hay padres violentos, pero hay también muchas madres violentas. Segundo, si la actual ley de familia tiene resquicios a través de los cuales padres inadecuados tienen contacto con sus hijos, esos resquicios deben ser corregidos sin remover el concepto de custodia compartida, como el movimiento contra la custodia compartida está ahora pidiendo. Siendo la probada mejor opción para los niños de padres divorciados, la custodia compartida debe ser protegida siempre. Si seguimos la lógica del movimiento anti custodia compartida, deberíamos abolir el matrimonio porque muchas mujeres casadas han sido asesinadas por sus esposos. Por supuesto, no deberíamos hacerlo, porque el matrimonio, igual que la custodia compartida, ha probado que sus beneficios para la sociedad son mucho más numerosos e importantes que los perjuicios que pudiera causar.

Este tipo de paso atrás no es nuevo en la historia. En Nueva Jersey, a las mujeres se les otorgó el derecho al voto en 1776, pero lo perdieron de nuevo en 1807, cuando ese derecho fue restringido a los hombres blancos solamente, con la excusa de evitar el fraude electoral y de simplificar el proceso electoral. Mientras que un derecho no sea aceptado como derecho sino como una concesión, siempre habrá la posibilidad de que las fuerzas contrarias encuentren una manera de quitarlo.

El caso del Acta de Ley de Familia australiana prueba algo importante para el movimiento en pro de la custodia compartida. Lograr que se apruebe legislación de custodia compartida no es, repito, no es el final del camino. Es solo el principio. Una vez que un país tiene una buena ley de familia, debemos mantenernos vigilantes, sabiendo que una ley que no se aplica está muerta, y que muchas fuerzas retrógradas tratarán de retornar al régimen anterior.

Tristemente, a mucha gente le gusta vivir en el pasado.

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