domingo, 21 de diciembre de 2008

Dos artículos del Newsweek

Quiero llama la atención sobre dos artículos que aparecieron en la prestigiosa revista Newswek en su edición del 15 de diciembre. Uno es un panorama del los más recientes desarrollos en Estados Unidos en las relaciones entre los padres divorciados y sus hijos. El otro es un testimonio personal de una niña de 14 años criada en un arreglo de custodia compartida.

En “Not Your Dad's Divorce. How changes in child support laws, and a push by fathers for equal time, are transforming the way this generation of ex-spouses raise their children” (“No el divorcio de tu papá. Cómo los cambios en las leyes de pensión alimenticia, y un empujón de los padres para tener tiempo igual, están transformando la manera en que esta generación de ex-esposos crían a sus hijos”, http://www.newsweek.com/id/174790), Susanna Schrobsdorff comienza narrando cómo ella y su ex-esposo acordaron un arreglo de custodia compartida de sus dos hijas en el momento de su divorcio (en el caso de ellos, el arreglo comprendía que las niñas pasaran varias noches a la semana con su padre), y cómo este arreglo, no obstante lo complicado y exigente que resultó ser a veces, ha probado ser lo mejor para sus hijas.

Desde ahí la autora resume los avances, lentos pero sostenidos, en las leyes de custodia, hacia arreglos de custodia compartida, en contraposición al caduco “fin de semana alterno con papá” de la fórmula tradicional. La autora cita a la Dra. Leslie Drozd, editora de la revista Child Custody, afirmando que los arreglos de custodia compartida son ahora mucho más frecuentes que hace 20 años.

Aunque a nivel de los Estados Unidos, la proporción general de padres divorciados que tienen la custodia compartida de sus hijos es aún un bajo 5%, en Arizona y California, estados que tienen estatutos de custodia compartida desde los 80s, una década antes que en otros estados con estatutos similares, la proporción de parejas con arreglos de custodia compartida llegan hasta un 27%.

Un punto muy interesante en este artículo es que vincula el aumento en arreglos de custodia compartida con reajustes estatales en las leyes de pensión alimenticia. Ya yo había establecido anteriormente la conexión entre ambas, y creo firmemente que son las actuales leyes de pensión alimenticia las que sostienen financieramente el actual estado de discrimen por género en las cortes de familia. En los pasados 15 años, la mayoría de los estados han aprobado leyes que atan la cantidad de pensión pagada al tiempo que pasa el niño con el padre no-custodio.

Otro punto crítico del artículo es el señalamiento de que muchos padres no luchan en corte la custodia de sus hijos porque el sistema legal y sus propios abogados los desalientan (yo mismo he estado en esa situación, y me parece un serio problema ético en los abogados que asumen esta posición), por lo largo del proceso, lo costoso que es, y lo incierto de sus resultados. Todo esto a pesar de que los números comienzan a indicar que los hombres dispuestos a litigar por la custodia exclusiva de sus hijos están ganando en la misma proporción que las mujeres.

El artículo termina diciendo que la única manera de acabar con los horrores que la litigación impone a los padres que buscan la custodia de sus hijos, es que las cortes empiecen asumiendo que la custodia compartida sea primera opción, sobre todo porque la evidencia demuestra que los niños criados en arreglos de custodia compartida se muestran saludables y satisfechos de su relación con sus padres, todo lo contrario de los criados bajos regímenes de custodia exclusiva.
El segundo artículo, menos académico pero mucho más emotivo, se titula “How I divide my life between my divorced parents' homes” ("Cómo yo divido mi vida entre las casas de mis padres divorciados", http://www.newsweek.com/id/174698) y está escrito por
Charlotte Juergens, una niña de 14 criada en un arreglo de custodia compartida. En dicho artículo, ella narra cómo sus padres se divorciaron cuando ella tenía sólo dos años de edad, y cómo a partir de ese momento hasta el día de hoy, ella duerme en la casa de sus dos padres en días alternos, pasando tiempo igual con cada uno de ellos.

Ella cree que ha sido este arreglo lo que ha hecho posible que ella sea una persona saludable, porque de cierta manera ha vivido como la habría hecho si sus dos padres hubieran vivido juntos, viéndolos todos los días.

Les aconsejo a todos leer ambos artículos en su totalidad, para que se sientan como yo me sentí, estimulados a seguir la lucha.

No podemos detenernos. Nuestros hijos nos esperan.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por dar a conocer a la opinión pública los beneficios de la custodia compartida. Un abrazo.

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  2. Gracias hermano. Siéntete en libertad de envíarme información que creas que deba dar a conocer en el blog. Sabes que establecer una fuerte y amplia red de apoyo para nuestra causa es parte importantísimo de mi misión. Un abrazo.

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